Tengo sueños eróticos ¿debo preocuparme?

A la hora de dormir, los límites del sueño no existen. Nuestro subconsciente sale a relucir y los sueños se vuelven silvestres, incontrolables (bueno, hay quien dice que los sueños se pueden controlar, pero no es el caso en la mayoría de las personas ni lo que aquí nos atañe).

Tengo sueños eróticos ¿debo preocuparme?

Lo cierto es que, como tú también habrás podido comprobar, mientras dormimos la psique conduce por sí sola situaciones y morbos sexuales, libera nuestros deseos que nunca hemos sido capaces de exteriorizar o realizar, ya sea a solas o con nuestra pareja. Los sueños pueden ayudarnos a comprendernos mejor e incluso mejorar las relaciones con nuestros compañeros.

El hecho de liberarnos de esas fantasías ocultas mientras soñamos, representa justamente eso que no vivimos ni practicamos mientras estamos despiertos. Pueden ser vivencias muy excitantes, surrealistas, salvajes, pura ficción erótica... porque no son más que el reflejo de las emociones eróticas ocultas, no satisfechas, que habitan en nuestro interior.

Los hombres, habitualmente, tienden a tener sueños sexuales fogosos y apasionados, sexo grupal con muchas mujeres donde él lleva la voz cantante. Una fantasía común no realizada por la mayoría.

En el caso de las mujeres, los sueños sexuales de cualquier índole tienden a darse en épocas de mayor abstinencia sexual, como es la menstruación o el embarazo. O largas épocas sin sexo por circunstancias de la vida, separación temporal de la pareja, etc.

E incluso es normal en una pareja estable y consolidada, tener sueños eróticos con otras personas ajenas, vecin@s, compañer@s del trabajo... Esto no quiere decir que estén mal, sino que la rutina también despierta esos instintos con el entorno.

¿Pueden llegar a ser preocupantes estos sueños sexuales? En cierta medida, sí. Debemos pararnos a pensar en nuestras carencias, a solas o en pareja, y si es posible suplirlas para hacer de la vida sexual algo mucho más rico y placentero.