Tantra sexualidad sagrada: sensaciones al máximo exponente
La inmensa mayoría de los mortales sabe que el sexo tántrico existe, pero muy pocos sabrían decir qué es exactamente. Much@s acabarían diciendo que es eso que consiste en eyacular hacia dentro. Nada más lejos de la realidad.
Una definición algo más amplia definiría el Tantra como una forma de enseñanza budista e hindú que considera el acto sexual como un modo de expansión y exploración de la espiritualidad. Este saber milenario promueve la denominada energía sexual del individuo para alcanzar el éxtasis. Dicho de otra forma: en el Tantra se utilizan todos y cada uno de los cinco sentidos hasta el límite, siendo bueno todo aquello que te produzca placer a ti y a tu pareja.
Para ello, el Tantra presenta una serie de técnicas para prolongar el placer sexual y retardar el orgasmo, lo cual puede resultar muy interesante si tenemos en cuenta que en ocasiones el sexo se orienta demasiado al placer masculino y acaba convirtiéndose en un deporte a contrarreloj.
En la filosofía tántrica no hay superioridad de un sexo sobre el otro. El objetivo es que tanto el hombre como la mujer obtengan el máximo placer, y esto sólo se conseguirá con la colaboración de ambos. Para que el hombre pueda conseguir el máximo placer se recomienda retener el semen el mayor tiempo posible, pues esto, con la adecuada práctica, le puede llegar a producir múltiples orgasmos seguidos. Asimismo la mujer debe conseguir que el hombre pueda, sepa y mantenga durante el mayor tiempo posible la erección sin eyacular, pues con ello también obtendrá intensos y numerosos orgasmos.
La teoría es fácil, pero puede parecer algo más complicado llevarla a la práctica, pues en raras ocasiones el hombre es capaz de retrasar voluntariamente su eyaculación. No obstante, hay una serie de trucos para conseguirlo:
- Quedarse totalmente quieto, relajar los músculos genitales y anales, y empujar la lengua contra el paladar, justo detrás de los dientes.
- Retirar un poco el pene hasta que pase la urgencia, y a continuación alternar varios empujones débiles con uno más profundo.
- Presionar el perineo (entre el ano y el escroto) con los dedos índice y pulgar.
- Colocar el pulgar en el frenillo, con los dedos índice y medio en las ondulaciones del glande, y apretar durante 10 o 15 segundos.
Los tantras señalan que si esto se consigue, la pareja descubrirá un mundo completamente nuevo y fabuloso de la sexualidad. ¿Te atreves a probarlo?