Swingers: cuando el morbo vence a los celos
Los swingers son aquellas personas aficionadas al intercambio de parejas en sus relaciones sexuales. Esto incluye el intercambio puro, la práctica de sexo en grupo y otras muchas variantes, dependiendo siempre de las preferencias personales de cada un@. Las actividades de swinging se producen cuando una pareja, ya sea casada, comprometida o de hecho, se involucra sexualmente con otra pareja o con uno o más individuos aislados.
Tony Lanzaratta, director ejecutivo de la Asociación Americana de Clubs Swingers, afirma que "el swinging es un estilo de vida donde no existe la inhibición sexual, donde las parejas son emocionalmente monógamas pero se interrelacionan sexualmente con otras parejas". Además asegura que la población de swingers va en aumento, y que ya supera los 4 millones de personas en todo el mundo.
El swinging puede ser considerado una revolución sexual de décadas recientes, pero tiene sus inicios en la Segunda Guerra Mundial, cuando los pilotos de las fuerzas aéreas y sus esposas intercambiaban relaciones. En la España de los años 70 el swinging fue conocido en círculos restringidos a través de un lujoso chalé de la sierra madrileña donde se organizaban reuniones de grupos de parejas no profesionales. También en la misma época ya existía actividad swinger en determinados campings entre clases sociales más modestas. En la actualidad ya existen decenas de clubs swinger a lo largo y ancho de nuestro país.
Las actividades de intercambio de pareja incluyen:
- Observar a otras parejas mientras mantienen relaciones.
- Mantener relaciones con tu pareja mientras eres observad@.
- Besar, acariciar o mantener sexo oral con una tercera persona. A esto se le denomina Soft Swing o intercambio suave.
- Mantener una relación sexual que incluya penetración con algún miembro de fuera de tu pareja. A esto se le denomina Full Swap o intercambio total.
La actividad sexual dentro del swinging es variada. Rara vez está centrada en el orgasmo, pues por lo general se le da más importancia a las diferentes acciones que conducen a él.
Una vez en la cama y tras unos minutos de conocimiento mutuo, los participantes empiezan a besar y acariciar los cuerpos de los otros involucrados. Los pezones, tanto del hombre como de la mujer son lugares favoritos para acariciar, chupar y mordisquear, seguido del sexo oral (el 69 es muy popular entre los swingers) e incluso la penetración.
Los juguetes sexuales también suelen ser empleados en estos encuentros, especialmente cuando se practica sexo en grupo.
Teniendo en cuenta todo esto, ¿te atreverías a vivir una experiencia swinger o los celos te lo impedirían?