Sustitutos sexuales
En España cada vez se acude más a las manos de un terapeuta sexual para solucionar los problemas referentes al sexo. En sus terapias hay muchos tratamientos. Existen maneras de actuar variopintas, pero, por ejemplo, no se conoce ningún caso en el que el terapeuta participe activamente en su vida íntima.
En países americanos como Chile, Venezuela, Estados Unidos... existen unos "terapeutas auxiliares" denominados como "sustitutos sexuales" que cumplen la labor de ayudar a las personas a solucionar sus problemas con el sexo mediante las indicaciones del terapeuta. El sustituto sexual es un intermediario, y sus actuaciones van desde la conversación vía chat, telefónica, hasta sexo. Pero no tienen nada que ver con el mundo de la prostitución, aseguran ellos.
Los sustitutos sexuales llevan a cabo unos servicios complementarios con la terapia sexual, que se traducen en la práctica de sus indicaciones. Los sustitutos son entrenados para ayudar a los pacientes a superar sus miedos, traumas y problemas sexuales. En sus "cartas" se presentan tres técnicas de ayuda: hablar, escuchar y practicar. Dependiendo de la terapia, se llega a requerir una demostración física, según explicó en su día Mauricio Salas de la Sociedad Chilena de Sexología.
Los profesionales de la terapia sexual práctica corren el riesgo de que un paciente se enamore de ellos. Y así ha sucedido en muchos casos. Uno que destacan desde la Sociedad es el de un hombre virgen de 54 años que acudió a las manos de estos profesionales tras la muerte de su madre, una mujer que le inculcó la premisa de que las mujeres no son buenas y que ella era la única que necesitaba a su lado. Fue con su muerte cuando se dio cuenta de que necesitaba la compañía sentimental y sexual de una mujer para vivir, por lo que se le adecuó un tratamiento con una sustituta sexual de la que se terminó enamorando, un tratamiento que se zanjó a los cuatro meses de su inicio.
Sin duda, estamos hablando de un tratamiento un tanto particular, con muy pocos profesionales dispuestos a llevarlo a cabo, pero que lleva muchos años implantado allende los mares con unas elevadas tarifas por hora y buenos resultados. ¡Quién sabe si mañana comienza a adquirir más adeptos en España!