Sexualidad personas mayores
Muchas personas piensan que el sexo es algo que desaparece cuando llegamos a una determinada edad. Los prejuicios de que las personas mayores son indiferentes al sexo o incapaces de tener estimulaciones sexuales siempre han sido amplia y erróneamente difundidos. Sin embargo en la consulta de los médicos son cada vez más frecuentes las preguntas sobre aspectos relacionados con la libido y la potencia sexual por parte de personas de edad avanzada.
Al envejecer no se pierde el deseo sexual, todo lo contrario. Es cierto que disminuye la frecuencia de las relaciones sexuales, pero los deseos, los sueños y las fantasías se mantienen intactos. Las personas mayores son tan capaces como las de otras edades de sentir placer, sobre todo si se sienten amadas. Además, como comentamos en uno de nuestros primeros artículos, son muchos los beneficios que aporta el sexo a nuestra salud, por lo que con más razón es recomendable que las personas de avanzada edad mantengan una vida sexual activa.
Por suerte, recientes estudios han demostrado que el 60% de las personas mayores de 65 años mantienen relaciones sexuales con una frecuencia media de cuatro veces al mes, y aunque la mayoría reconoce que sus relaciones sufren los inevitables cambios debidos a la edad (erección y excitación más lenta, menor elasticidad y lubricación en la vagina, etc.) aclaran que no por ello son menos satisfactorias.
Estos cambios de los que hablamos son completamente naturales y no tienen por qué disminuir la actividad sexual, sino que simplemente se ha de aprender a disfrutar las relaciones sexuales de un modo distinto. Por lo tanto, a medida que llegamos a una edad más avanzada conviene que invirtamos más tiempo en caricias y juegos sexuales para conseguir así un nivel adecuado de excitación. Además, podemos probar posturas con las que sentirnos más cómod@s, así como utilizar lubricantes que contrarresten la sequedad vaginal o incluso medicamentos que fomenten la estimulación sexual (que siempre deberán ser prescritos por el médico).
También hay tener en cuenta una serie de factores que inevitablemente influyen en la actividad sexual de las personas mayores, como son el tener una pareja más o menos estable, el estado de salud, las posibilidades de movilidad o el estado de ánimo. No obstante, la edad nos otorga otras ventajas, como que, con el tiempo, aprendemos lo que nos hace atractivos y únicos para nuestra pareja. Saber seducir y dar placer siempre es importante, y a medida que cogemos experiencia lo haremos mejor que nunca.