Sexo sin penetración
Como sabes, las relaciones sexuales no se limitan solo a la penetración. Más allá de la penetración vaginal o anal, el sexo ofrece un sinfín de alternativas con las que podemos disfrutar igualmente de las relaciones e incluso alcanzar el orgasmo.
Hay muchos motivos que pueden llevar a una pareja a mantener sexo sin penetración: embarazos de alto riesgo, post-operatorios, vaginismo, miedo a un embarazo no deseado, reticencia a perder la virginidad... o simplemente ganas de probar cosas nuevas y romper la rutina sexual, ya que no olvidemos que para muchas mujeres resulta complicado llegar al orgasmo a través de la penetración. Asimismo, el sexo sin penetración es muy útil cuando no disponemos de preservativos u otros métodos anticonceptivos. También contribuye a aumentar la confianza y el conocimiento mutuo de la pareja y evita el contagio de ETS (siempre que evitemos el sexo oral), por lo que en algunos casos puede considerarse sexo 100% seguro.
Si decidimos tener sexo sin penetración podemos empezar, por ejemplo, creando una atmósfera sexual adecuada con la ayuda de afrodisiacos naturales, velas eróticas, música erótica, un ambientador de feromonas o incluso una película de cine X, con la que a buen seguro nos divertiremos y cogeremos más de una idea para llevar cabo en ese o en otro momento.
A esto podemos añadirle un sensual conjunto de lencería sexy o un disfraz erótico de porno chacha, colegiala o enfermera para disparar definitivamente nuestra libido. También podemos obsequiar a nuestra pareja con un exótico masaje erótico con cremas y aceites para aumentar el placer durante el mismo, explorando su cuerpo con nuestras manos, labios o lengua y regalándole a nuestro paso besos y caricias por sus zonas erógenas, así como susurros y mensajes picantes en el oído.
Una vez la excitación llegue a su punto álgido, podemos practicar el sexo oral o la masturbación mutua, sin olvidar, en el caso de la mujer, las placenteras posibilidades que ofrece la estimulación del clítoris de forma oral, manual o a través de los juguetes eróticos, y en el caso del hombre, las enormes posibilidades que ofrece su punto P. Del mismo modo, frotar nuestros cuerpos (especialmente los genitales) con o sin ropa interior también es una opción muy interesante para satisfacer, en parte, nuestro instinto natural de penetración.
Por último, será nuestra decisión intentar alcanzar el orgasmo o bien detenernos un poco antes, dependiendo de las circunstancias que nos hayan llevado a practicar el sexo sin penetración. En relación a esto y como siempre, la comunicación entre los miembros de la pareja será muy importante para que no haya malentendidos y acabemos satisfech@s con la relación sexual.