¿Sexo con luz encendida o apagada?
Ya sabes que existen muchas maneras de disfrutar del sexo. Todo depende de lo que te guste y busques en cada momento. A algun@s les gustan unas determinadas posturas, otr@s tienen sus lugares favoritos para practicarlo, a otr@s les gusta la lencería erótica, otr@s prefieren los juguetes sexuales, etc.
Siguiendo con el tema de las preferencias, uno de los clásicos temas de debate es si preferimos mantener relaciones con la luz encendida o con la luz apagada. Asimismo las preferencias de una misma persona pueden cambiar dependiendo de si el sexo se practica con una pareja estable o por el contrario se trata de una relación esporádica.
Repasemos las ventajas que nos ofrece cada modalidad:
Con la luz encendida puedes ver cada movimiento o caricia de tu pareja y sus reacciones en todo momento, lo cual te ayudará a saber qué le gusta más y qué le gusta menos. Además puedes disfrutar o lucir mejor la lencería (en caso de usarla) y experimentar mucho mejor nuevas prácticas sexuales, ya que puedes observar con precisión la zona que estimulas y cómo lo haces.
Por el contrario, la luz apagada suele ser una buena ayuda para l@s más vergonzos@s. De esta forma les puede resultar más fácil realizar algunas prácticas que probablemente no harían si estuvieran siendo observad@s. También les gusta hacerlo con la luz apagada a aquellas personas que tienen algún tipo de complejo con su cuerpo.
Tampoco podemos olvidarnos del morbo que supone mantener una relación completamente a oscuras, pues sentirás lo mismo que cuando te cubren los ojos con un antifaz, es decir, al prescindir del sentido de la vista, se multiplicarán por 10 el resto de tus sentidos, haciendo que las sensaciones sean mucho más intensas.
También hay que decir que, como ocurre en otros aspectos, no todo es blanco o negro. Lógicamente muchas veces puedes graduar la intensidad de la luz para adaptarla mejor a tus preferencias buscando un punto intermedio entre la oscuridad y la completa luminosidad. Una lámpara graduable, una luz exterior a la de la habitación con la puerta semiabierta o simplemente unas velas pueden contribuir a crear la iluminación deseada.
Por otro lado recuerda que no siempre tendrás plenos poderes a la hora de elegir la iluminación, pues cuando estés al aire libre, en el interior de un coche o dentro de un ascensor tendrás que conformarte con lo que haya.
En cualquier caso, ¿tú qué prefieres: luz apagada, encendida o un punto intermedio entre ambas?