Sexo en un motel
Un motel es un alojamiento de carretera pensando exclusivamente para el sexo, que tuvo su origen en los Estados Unidos, y que a día de hoy se encuentran incluso dentro de sus ciudades. Esta línea de hoteles sexuales alcanzó tal difusión, que ya no existe país que no cuente con un motel, y qué vamos a decir de España.
En España los moteles proliferan como en la Comunidad de Aragón los molinos eólicos. Los moteles suelen estar formados por una, dos o incluso tres plantas a cuyas habitaciones se accede en coche anónimamente desde la recepción. La premisa básica es la discreción, por lo que no existe contacto humano entre el personal del motel y el cliente.
¿Cómo funciona un motel?
En un motel el tipo de alojamiento difiere del que tiene cualquier otro tipo de hotel. Se puede reservar por noches, pero no es lo habitual, sino que por un precio un tanto más reducido, se pagan las horas que se vaya a estar. Hay que tener en cuenta que los usuarios de los moteles no acuden a estos lugares a dormir abrazados con su compañera ni a alojarse durante unas vacaciones, sino que simplemente acuden para tener sexo y "hasta mañana, muy buenas".
¿Cómo es un motel?
Además del ya comentado discreto pasaje desde la recepción a la habitación, una habitación de motel es una cuidada habitación equiparable a hoteles de 3 ó 4 estrellas. Cuentan con televisión con sus correspondientes canales para adultos activados, baño con jacuzzi, productos de aseo, preservativos, minibar... Al fin y al cabo, una habitación de hotel pero más orientada al cliente que explícitamente acude a practicar sexo.
¿Qué tipo de personas acuden a un hotel?
De todo tipo y de lo más variopintas. Se tiende a vincular estos lugares con prostitutas que acuden con sus clientes o clientes con sus prostitutas, pero nada más lejos de la realidad. No sólo las prostitutas y sus clientes mantienen relaciones sexuales.
También acuden parejas jóvenes que no tienen otro sitio donde acudir, parejas que simplemente les da morbo el hecho de ir a un sitio que está exclusivamente montado para que la gente tenga sexo, maridos y mujeres con sus amantes, grupos de personas para practicar fantasías "prohibidas", tríos, orgías... y que a fin de cuentas, el motel les resulta la mejor opción.
En los moteles se conjuga el pecado, el morbo, la discreción, la higiene del más impoluto hotel y las ganas de volver a repetir. ¿Ya habéis estado en alguno?