Postura del 69 consejos básicos
Hacer un buen 69 tiene mucha ciencia y a la vez es de lo más sencillo del mundo. Hay personas para todos los gustos, y el 69 es una de esas prácticas que, o bien encantan o bien no gustan nada. Lo cierto es que hacer bien un 69 requiere de una postura cómoda y buena sincronización.
Hay quien dice que no le gusta esta práctica sexual porque si está centrado en realizar el sexo oral, no está concentrado para recibirlo, y viceversa, de ahí que se trate de algo tan especial.
Practicar placenteramente el 69 requiere de una buena postura, una higiene sublime, el momento adecuado, la utilización de las manos y el uso complementario de juguetes eróticos. Esta combinación puede ayudar a alcanzar la apoteosis en el sexo oral recíproco.
Norma número 1: Sobra decir que la higiene ha de ser extrema para gozarlo al máximo, tanto en esta como en cualquier otra práctica.
Si hablamos de posturas cómodas, salvo que seamos contorsionistas, tenemos dos cómodas opciones: Él tumbado y ella encima, bocabajo con el sexo en su cara y la boca en el pene. Es la postura más tradicional. También cabe la segunda opción de hacerlo al revés, ella debajo y él encima bocabajo, lo cual dificulta el sexo oral de la chica al chico, dado que es más complicado o menos cómodo practicar la felación sin tener libertad de movimiento con la cabeza, si no se tiene una técnica "refinada".
La ayuda de las manos es fundamental. Combinar la lengua con los dedos es un regalo de la naturaleza sexual que merece ser explotado.
El 69 es una práctica estupenda tanto para los preliminares como para intercalar en la relación, elevar el placer y potenciar el orgasmo.
Los juguetes eróticos son un buen arma para combinar con esta postura, tanto vaginales como anales. La persona que está arriba, está en una posición perfecta para disfrutar de los placeres anales, sea la chica o el chico. El límite lo pone la imaginación de ambos.
Ya sabéis; preliminares, morbo, fantasías, conversación erótica, lubricantes, juguetes eróticos, sentirse libres, adiós tabúes y... ¡¡a disfrutar!!