Piercings en los genitales
Los piercings en general siguen estando muy de moda y concretamente los piercings genitales son una tendencia en aumento tanto en hombres como en mujeres. Además del interés puramente estético los piercings sirven para aumentar la satisfacción sexual y estimular el morbo.
Contrariamente a lo que pueda parecer no se trata de ninguna moda novedosa ya que los piercings genitales se vienen utilizando desde hace siglos, aunque paradójicamente con utilidades totalmente contrarias a las de hoy en día puesto que su principal aplicación era la de impedir el impulso sexual.
Es importante resaltar que aplicar un piercing en la zona genital conlleva sus riesgos por lo que este proceso quirúrgico siempre deberá realizarse por algún especialista que posea su correspondiente título avalado por el Ministerio de Sanidad. Entre las complicaciones más habituales se encuentra la infección, su aparición puede minimizarse empleando las lógicas medidas de higiene durante y después de la intervención. Los piercings genitales necesitan un mayor tiempo para su completa cicatrización que suele durar de 8 a 12 semanas.
Hay distintos tipos de piercings genitales tanto masculinos como femeninos, las variantes existentes son numerosas. Algunos tipos de piercing son más sencillos, otros más dolorosos y también los hay más arriesgados por las posibles consecuencias para la salud si no se realizan correctamente.
Piercings genitales masculinos
El Príncipe Alberto:
Es el más habitual de los piercings en el pene. En este caso el adorno se sitúa en el extremo del pene, penetra en la uretra y vuelve a salir al lado del frenillo, bajo el glande.
Dydoe o Didoe:
Consiste en una barra colocada a través del borde de la base del glande. Esta perforación es una de las más dolorosas.
Ampallang:
Una barra que atraviesa el cuerpo del glande en sentido horizontal, ya sea a través de la uretra o por encima de ella.
Frenillo:
Se sitúa en la base del glande, se realiza a través de una perforación de la superficie de la piel y se emplea como adorno tanto un aro como una barra.
Guiche:
Se dice que es de origen polinesio y consiste en colocar una o más barras a través de la piel entre el ano y el escroto.
Hafada:
Este es un piercing que se coloca en la piel de los testículos, específicamente en la parte superior de los lados del escroto.
Apadravya:
Es un piercing que pasa de arriba a abajo a través del glande. Se trata de una de las perforaciones más delicadas, generalmente tarda entre cuatro y seis meses en sanar.
Foreskin o Prepucio:
Es una perforación realizada a través del prepucio, este tipo de piercing está entre los de más rápida cicatrización.
Piercings genitales femeninos
Capuchón del clítoris:
Una perforación horizontal o vertical a través del capuchón que cubre el clítoris. Es probablemente uno de los piercings más comunes entre las mujeres, entre otros factores porque se trata de un piercing de rápida curación.
Fourchette:
Un Fourchette es una perforación realizada en el periné, parte inferior de la abertura vaginal. En esta zona la piel es muy fina y puede ser fácilmente dañada o desgarrada con el movimiento natural por lo que hay que tener especial cuidado al elegir el adorno.
Clítoris:
Consiste en atravesar el clítoris con una barra o un aro. Para poderse practicar este tipo de perforación es necesaria una morfología particular, se debe tener el clítoris suficientemente grande para que pueda ser atravesado. Con el tiempo puede producir disminución de la sensibilidad en la zona.
Labios:
Consiste en colocar uno o varios aros en los labios mayores y/o menores. Es uno de los tipos de piercing femenino más populares.
Triángulo:
El triángulo es un piercing que muy pocas mujeres pueden lucir ya que es necesaria una morfología particular y consiste en una perforación que pasa por debajo del clítoris justo por debajo de la capucha, por lo que se debe disponer del suficiente espacio de piel para que pueda llevarse a cabo.
Como habrás podido comprobar existen infinidad de alternativas para poder decorar nuestros genitales con todo tipo joyas y adornos, pero se debe tener en cuenta que no es una decisión que pueda tomarse a la ligera, se debe ser consciente que un piercing genital, como con cualquier otro tipo de piercing, requiere a posteriori mucho compromiso y dedicación para su cuidado y mantenimiento.