Películas eróticas como terapia de pareja
Hace ya algún tiempo que las películas X dejaron de ser un tema tabú. De hecho pueden servir incluso como terapia de pareja para combatir pequeños estancamientos o crisis a nivel sexual.
La mayoría de los sexólogos coincide en que las películas eróticas pueden ser de utilidad a la hora de aprender a disfrutar de un sexo sano, libre y placentero. Lo más importante es saber cómo integrar este tipo de películas en nuestras vidas.
Las películas de contenido erótico o pornográfico tienen casi siempre un efecto positivo sobre nosotros, ya que en muchas ocasiones nos ayudan a elevar nuestra libido. Además las parejas pueden inspirarse en ellas para representar ciertos roles según los personajes que aparezcan en la película, lo cual puede resultar tremendamente divertido.
También podemos intentar imitar las posiciones que vemos en estas películas, agregando así una nueva variedad de sensaciones y rompiendo por completo nuestra rutina sexual. A su vez estos films aumentarán nuestra estimulación auditiva y añadirán a la pareja un indudable goce voyeurístico, al estar mirando cómo otras personas practican el sexo. Asimismo nos ayudarán a desinhibirnos, a aprender cosas nuevas y a pasar un rato muy agradable.
Ten siempre presente, eso sí, que las películas eróticas no son el modelo estándar para el sexo, sino una manera de divertirse y ponerle un toque picante a tu vida sexual. Por ello, no olvides mirar a tu pareja más que a la pantalla, evita las comparaciones (los actores y actrices de estos films son profesionales) y hazle ver a tu pareja que quien realmente te excita es ella, no la película. La comodidad y satisfacción sexual de ambos deben ser más importantes que lo que aparezca en el film.
Por último, ten en cuenta que estas películas van dirigidas tanto a hombres como a mujeres, por lo que ambos debéis disfrutar de esta nueva experiencia. Conviene que sea enriquecedor para la pareja, no sólo para un miembro de la misma. Tampoco hay que permitir que el visionado de películas X se convierta en una rutina, ya que de lo contrario puede crearse cierta dependencia de ellas a la hora de mantener relaciones, perdiéndose por completo la magia sexual que había hasta la fecha. Como sucede en casi todas las facetas de la vida, nada es bueno en abundancia...
Ahora dinos: ¿has visto alguna vez una película porno con tu pareja? ¿Os resultó excitante la experiencia?