El pegging: La mujer penetra al hombre
El pegging o bend over boyfriend es un juego de intercambio de roles sexuales en el que la mujer penetra analmente al hombre, utilizando para ello un arnés con correas o sujeto a la vagina (denominado consolador doble o arnés sin correas). Se trata de una práctica sexual en claro auge entre muchas parejas heterosexuales ansiosas por romper la rutina sexual y vivir nuevas experiencias en sus relaciones íntimas.
Con esta práctica sexual, los dos miembros de la pareja obtienen placer. Por un lado, la mujer recibe una intensa estimulación en el clítoris o en el interior de su vagina dependiendo del tipo del strap on utilizado, y por la otra, el hombre disfruta a través de la estimulación de su próstata, una de las principales zonas erógenas masculinas.
Además del placer puramente físico, el pegging suele ir unido también al alto placer psicológico que implica el intercambio de roles sexuales. Con este juego, tanto el hombre como la mujer pueden experimentar y fantasear con el papel de la dominación y la sumisión desde el lado opuesto al que acostumbran.
Sin embargo, sigue habiendo una gran cantidad de hombres que reniegan de este tipo de prácticas, alegando que someterse a la penetración anal supone, de algún modo, faltar a su virilidad, ya que lo asocian a las relaciones homosexuales. Probablemente, estos hombres no recuerdan que el punto G masculino o punto P se encuentra en la próstata, resultando su estimulación mucho más placentera que la recibida cuando éstos adoptan un papel activo en la relación sexual.
El miedo al dolor es otro de los argumentos masculinos para rechazar este tipo de prácticas. Sin embargo, esto tampoco debería preocupar al hombre lo más mínimo, puesto que los dildos y plugs anales están fabricados, en la mayoría de los casos, con unos materiales muy elásticos, pensados para facilitar un ajuste perfecto y una penetración anal tremendamente placentera.
Asimismo, los lubricantes también ayudan a hacer más agradable este juego sexual. El uso de lubricantes anales permitirá un adecuado deslizamiento del consolador por el ano. Y es que, además de sus propiedades deslizantes, muchos de estos productos incorporan principios activos que ayudan a relajar la zona y a dilatar el ano, creando una fina capa protectora que evita la aparición de rozaduras, picores o molestias durante el coito anal.
Las parejas que ya han disfrutado de los placeres del pegging acaban encantadas con la experiencia, y siempre repiten. ¿A qué esperas para probarlo?