Errores y torpezas en la cama
Tan fácil es acabar en la cama con un chico un sábado noche, como tan fácil es estropear el morbo y la pasión momentánea con cualquier detalle que apague la apetencia y efusividad espontánea.
Lo mismo pasa con la pareja de toda la vida, con la que hay que esforzarse un poco más en mantener la atracción sexual en el tiempo, con una vida erótica variada y divertida.
¿Qué torpezas sexuales pueden acabar con el deseo?
- Obsesión con el orden y la limpieza.
Esta afecta más a la vida en pareja. Si uno de los dos está obsesionado en no ensuciar algo, en no arrugar las sábanas, en la lavadora pendiente para tender o en los cristales sin limpiar, evidentemente, el sexo pasa a chamuscarse furtivamente. - Calcetines.
El sexo espontáneo, rápido, fugaz, está muy bien para disfrutar y desahogar ese calentón rápido, pero por favor, fuera calcetines. No hay nada más antimorboso que un chico desnudo con los calcetines puestos (y son muchos los que no se los quitan).
Con las chicas pasa igual en invierno, cuando se acuestan con calcetines para no enfriarse los pies. Y si luego surge la pasión, no puede haber cosa más frustra pasiones que verla en actitud erótica con un estampado de Piolín cubriendo sus pies. - Lencería de abuela.
Otro rompe-morbos es la ropa interior que recuerda a las abuelas: bragas grandes, nada sexys ni eróticas, y en color camel. Hay que cuidar la ropa interior para salir y para dormir en pareja, aunque no sea de encaje cada día y cada noche. Está claro. - Posturas ridículas.
Ni todo lo que sale en las películas es real ni todo lo que dice el Kamasutra es realizable. Existen posturas que destrozan la libido de cualquiera al hacer el intento de simularlas. Además, mejor no arriesgarse si no se está en forma, para no sufrir el riesgo de lesionarse. - Reírse en el sexo.
Los hombres son mucho más sensibles que las mujeres a la hora de echar unas risas en el sexo por cualquier situación graciosa o "torpe" que pueda ocurrir. El sentido del ridículo es mucho mayor y una risa mal interpretada puede herir su ego. Primero hay que alimentárselo para luego saber reírse con deportividad. - Complejos.
Puede gustarte mucho una persona, pero si empieza a hacer muestras de complejos e inseguridades, te acabará contagiando ese "poco gusto" por sus partes supuestamente menos agraciadas, y tampoco te gustarán. Los comentarios negativos acerca de uno mismo son una bomba atómica contra el erotismo en pareja. - Interrogatorios.
Si es la primera vez que te vas a la cama con una persona, obvia los interrogatorios en plan: "¿Dónde quieres que te toque?" "¿Te gusta así?" "¿Lo hago bien?" "¿Te ha gustado?". Es lo más agobiante y anti morbo. Las cosas hay que dejarlas fluir, y en el sexo vas viendo si a la otra persona le gusta lo que haces. Lo que sí debe hacer cada uno es pedir a la otra persona lo que le gusta. - Preservativo.
Es fundamental tener cierta práctica con el preservativo para ponérselo sin cortar la magia del momento. Y tenerlo a mano, evitar tener que levantarse para ir a buscar un preservativo en el bolso, en la cartera o "a saber dónde lo has dejado". - Striptease.
Si bien un baile erótico a la pareja es de lo más excitante que puede regalarse a un chico, siendo realistas, si no se es sexy, erótica, con gracia bailando, el resultado puede que no sea el esperado. Mejor practicar a solas o en una academia de baile antes de lanzarse al ruedo.
Con lo divertido y excitante que es el sexo, no lo vayamos a estropear con pequeños detalles "antimorbo".