El Punto G masculino o Punto P
El denominado punto G masculino o Punto P está situado en la zona de la próstata, a unos 5 centímetros aproximadamente de la entrada del recto, debajo de la vejiga. Dicha zona contiene una gran cantidad de terminaciones nerviosas, y por lo tanto es muy sensible al tacto. Está comprobado que el punto P es causante de una mayor excitación, orgasmos más intensos y una eyaculación más potente.
¿Cómo estimularlo?
Muchos hombres heterosexuales son reacios a estimular su Punto P porque lo asocian directamente con el sexo anal o la homosexualidad. Sin embargo, una vez rotos los prejuicios, su estimulación puede llegar a convertirse en una experiencia absolutamente placentera.
El punto P se puede estimular desde el ano, introduciendo un dedo o algún juguete sexual específico y acariciando la zona en cuestión. Aquí entra en juego nuestra amplia gama de estimuladores prostáticos, desde el Duke de Fun Factory hasta el Vibrador Masculino Rude Boy, pasando por el Estimulador Anal Aneros MGX o el consolador masculino Lelo Bob.
Para preparar el ano es recomendable apretar y aflojarlo varias veces. Además, insertar regularmente el dedo, ya sea en la ducha, durante el baño o en los juegos previos al sexo, aumentará el riego sanguíneo en la próstata y su sensibilidad. Asimismo es importante hacer masajes circulares alrededor del ano con el fin de lograr una buena relajación e ir acostumbrando la zona a la presencia de un cuerpo extraño.
También se recomienda introducir el dedo meñique poco a poco para estimular el esfínter y después cambiarlo por el dedo anular o índice. Posteriormente se puede probar con el dedo medio, o éste último junto con uno de los anteriores, haciendo una leve presión sobre la pared, curvando el dedo hacia el interior hasta llegar a sentir la próstata. Otra opción altamente erótica es que la pareja del hombre le practique sexo oral mientras le estimula la próstata. En este caso conviene ir con cuidado, porque una gran estimulación conduce a una eyaculación fuerte y rápida, por lo que es mejor practicarla lentamente y con descansos.
Por último, hay que tener en cuenta que las estimulaciones anales, ya sea con dedos, juguetes sexuales o penetración anal inadecuada (sin uso de lubricante o estimulación previa a la penetración) puede producir hemorroides, fisuras anales, prolapso rectal y otros problemas similares, por lo que es importante tener cuidado y no forzar bajo ningún concepto al hombre a mantener este tipo de prácticas.