El clítoris la clave del placer femenino
El júbilo sexual tiene su propio rey de reyes, y este es sin duda alguna el clítoris de la mujer. Se trata de un órgano cuya única función es desencadenar el placer, cosa que no existe en el hombre.
El clítoris posee unas ocho mil terminaciones nerviosas, que supone una concentración mayor que ningún otro órgano del cuerpo, incluidos los labios, la lengua o la punta de los dedos.
Aunque suene extraño, el clítoris es como un pene en miniatura, pues se compone de una punta redondeada (el glande), conectado a una parte más larga, el cuerpo, que, a diferencia del pene, es del tamaño del dedo meñique.
El cuerpo del clítoris se divide en dos brazos que se extienden dentro del cuerpo de la mujer, bajo la piel. Los nervios controlan las contracciones de los músculos clitorideos, los costados de las paredes de la vagina, la vesícula y la uretra, haciendo pasar las sensaciones producidas en cualquier parte de la región.
Por lo general sólo podemos ver el glande del clítoris, ya que los labios menores, es decir los labios protectores que cubren la vagina, se encuentran sobre el túnel del clítoris formando una especie de capucha.
El clítoris en toda su longitud llega a tener un tamaño de 10 a 13 milímetros. Por su parte, el glande clitoriano, en estado de reposo, sólo mide entre 3 y 4 mm de ancho y 4 y 5 mm de largo, pero en erección puede alcanzar de 1 a 1´5 centímetros de longitud.
¿Cómo estimularlo?
El clítoris es estimulado indirectamente por el movimiento de los labios menores cuando el pene entra y sale de la vagina durante el coito. Para un pequeño porcentaje de mujeres, este estímulo es suficiente para producir un orgasmo cuando se combina con las sensaciones causadas por el pene acariciando la pared vaginal. Sin embargo, en muchos casos no es así, por lo que se debe recurrir a la estimulación directa, que puede producirse de varias formas, ya sea mediante los dedos (con la ayuda de un buen lubricante para hacer que los dedos se deslicen mejor, los labios, la lengua o incluso mediante la vibración. Como ya sabrás, el clítoris es muy sensible a las vibraciones, lo que explica el éxito de nuestra amplia gama de vibradores.
En cualquier caso no olvides que debido a su alta sensibilidad, el clítoris a veces puede llegar a doler, por lo que conviene estimularlo muy suavemente.
Aparte de esto, todo lo que queda en el clítoris es puro placer. Disfruta de él.