¿Cuidas la salud y calidad de tu semen?
Actualmente muchos hombres se obsesionan con producir grandes cantidades de semen en sus relaciones, probablemente inducidos por surrealistas escenas vistas en películas porno. Sin embargo, en el tema de la eyaculación no es del todo cierto el dicho de "más vale que sobre que no falte". Ni una cosa ni otra, lo ideal es un término medio.
Se considera como normal que un hombre produzca entre 2 y 6 mililitros de semen en cada eyaculación. Si se eyacula por debajo de 2 ml. estaríamos hablando de un caso de hipospermia; si por el contrario se eyaculan 6 o más mililitros de semen entraría en escena la denominada hiperespermia.
La hipospermia (poco producción de semen) puede ser debida a muchas razones: entre ellas están el tabaco, el alcohol, los esteroides anabolizantes empleados por algunos deportistas, los antibióticos, las radiaciones ionizantes, las enfermedades de transmisión sexual, los pesticidas, el exceso de calor (en saunas, por ejemplo), el estrés, la ropa interior ajustada, etc.
Por su parte, la hiperespermia (exceso de semen) también es un problema molesto, ya que puede derivar en infertilidad, al repartirse la concentración de espermatozoides en una mayor cantidad de líquido. Enfermedades inflamatorias como prostatitis o uretritis o una larga abstinencia sexual pueden ser factores que aumenten desmesuradamente el volumen del líquido seminal eyaculado.
Aunque realmente a la hora de valorar el semen lo más importante no es la cantidad eyaculada, sino la calidad, en la que se han de tener en cuenta factores como el color (no debe ser verdoso, amarillento, rojizo u oscuro), la viscosidad, el nivel de pH y de leucocitos, y por supuesto la morfología, movilidad y número de espermatozoides, considerándose como normal una concentración de más de 20 millones por mililitro o centímetro cúbico.
Según diferentes estudios, el consumo de alimentos que contienen antioxidantes tales como las frutas o vegetales, así como el té, el café, el chocolate o el vino tinto podría ser beneficioso para mejorar la calidad del semen a nivel reproductivo, así como su textura y aroma. Obviamente el semen no adoptará directamente el sabor de lo que se come, pero dependiendo de los nutrientes que aportes a tu organismo el semen puede ser de mejor o peor calidad, y en ocasiones tener un olor realmente atractivo y excitante a la hora de mantener relaciones sexuales.
Ya sabes, cuida muy bien tanto tu alimentación como tu salud en general. Tu semen te lo agradecerá... y tu pareja también.